La apuesta del Gobierno por la llamada economía circular --aquella que fomenta la sostenibilidad y la durabilidad de los materiales para combatir la contaminación-- está previsto que quede hoy plasmada en el Consejo de Ministros con la vía libre a la tramitación de un anteproyecto de ley que establecerá unos fuertes límites a los plásticos de un solo uso. La norma empieza su tramitación bajo el nombre de ley de residuos y suelos contaminados, e incluirá duras restricciones.

Vasos para bebidas, tapas y tapones, recipientes para alimentos... La intención es conseguir una reducción del 50% en la comercialización de este tipo de productos para el año 2026 respecto del 2022, y del 70% en el año 2030. Y a partir del 1 de enero del 2023 se prohibirá la distribución gratuita y se obligará a indicar el importe que se cobra al consumidor por ese material.