La guerra contra el plástico contará con un nuevo instrumento. El Consejo de Ministros aprobó ayer la creación de un nuevo impuesto sobre los envases de plástico no reutilizables con el objetivo de reducir su uso. El impuesto tendrá carácter indirecto y gravará con 0,45 euros por kilogramo su fabricación, importación y adquisición intracomunitaria cuando vayan a ser objeto de utilización en España, según anunció la vicepresidencia para la Transición Ecológica.

La previsión es recaudar unos 734 millones de euros anuales por este concepto, a partir de su entrada en vigor, previsiblemente el año próximo. El impuesto es similar al que pretenden implantar otros países europeos, como el Reino Unido o Italia. «La nueva figura tributaria responde a las recomendaciones realizadas por la Comisión Europea, que en numerosos informes ha señalado que España cuenta con margen de actuación en la fiscalidad verde», señaló la vicepresidenta Teresa Ribera.

España tiene el quinto porcentaje más bajo de fiscalidad ambiental de la Unión Europea. Los ingresos derivados de la misma apenas supusieron 1,83% del PIB en el 2017, frente al 2,40% de la media de la UE.

El impuesto se incluye en el anteproyecto de ley de Residuos y Suelos Contaminados al que el Gobierno dio ayer el visto bueno. Una vez aprobado, el texto deberá pasar por los correspondientes organismos consultivos y de participación pública antes de volver a pasar de nuevo por el Consejo de Ministros.