Si la voracidad de la pandemia del covid-19 se está cebando en los vulnerables ancianos, el confinamiento tiene en los inquietos niños a sus principales damnificados. La hipótesis de dejarles salir a la calle de manera controlada está ya sobre la mesa del Gobierno central. Pero Cataluña marcó ayer perfil y desveló que trabaja en un plan similar que permita a los más pequeños salir de casa a partir de finales de la próxima semana. Una decisión que, de entrada, admitió que no puede tomar porque choca con la autoridad única estatal que estableció el decreto de alarma, y que, de salida, contradice los reiterados llamamientos del presidente de la Generalitat, Quim Torra, a prolongar el cerrojazo social y económico.

Ante esta estrategia, la Moncloa puso pie en pared. El Ejecutivo central está ultimando un plan de desescalada para que los niños puedan salir a la calle bajo estrictas medidas de precaución que se anunciará próximamente, aún sin fecha concreta. Ese será el que se aplique también en Cataluña. Según avanzó RAC-1 y confirmó la Generalitat, el plan que perfila Torra permitiría que los niños puedan salir a las calles en un plazo de entre ocho y diez días si «sigue la evolución positiva de casos» de coronavirus.

Ese plan de desconfinamiento infantil, que la Generalitat admite que depende de que la Moncloa lo avale, pasaría por salidas de los niños limitadas en el tiempo y por franjas horarias, que los menores de entre 6 y 12 deban salir con mascarilla (aunque sea doméstica) y que estén obligados a mantener la distancia mínima de seguridad de dos metros con las personas de la calle. Una condición, esta última, más complicada de llevar a la práctica.

Un ejemplo sería que los menores pudieran salir para dar un paseo de una hora, siempre cerca de sus casas. En los casos de familias con más de un hijo pequeño, los menores podrían salir juntos, bajo tutela de un progenitor, al menos hasta los 12 años, ya que en los adolescentes se considera que el nivel de supervisión no debe ser tan alto.

Fuentes de la Moncloa atribuyen la iniciativa del president a un paso más en la campaña de «puro márketing» que emprendió al inicio de la pandemia. El 13 de marzo, anunció un confinamiento de Cataluña irreal, pocas horas antes de que el Consejo de Ministros aprobase el decreto de alarma, y también reivindicó como propio el parón de todas las actividades no esenciales cuando el Gobierno lo validó. Es decir, Torra anuncia medidas que la Moncloa tiene en estudio para aplicarlas en Cataluña, como si tuviese capacidad para hacerlo. «Es parte de un pulso», resumen fuentes del Ejecutivo.

SALIDA «COHERENTE» / Los expertos consultados por Pedro Sánchez analizan desde hace semanas cuál sería la fórmula más prudente para aliviar la presión del confinamiento a los niños. El jefe del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, explicó ayer que el problema no es solo que puedan salir los niños, sino que esa desescalada debe de ser «coherente» y aplicarse con otras medidas conjuntas que eviten nuevos contagios.

El lendakari, Iñigo Urkullu, anunció que planteará al presidente Sánchez salidas limitadas de menores y de colectivos con necesidades especiales a partir del 26 de abril. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se mostró también ayer partidario de la medida. Y el presidente aragonés, Javier Lambán, recordó que ya le planteó a Sánchez hace «casi un mes» la propuesta para que a los niños se les permita salir de manera esporádica y «de manera controlada, acompañados de sus padres, para realizar paseos breves».