La Guardia Civil ha asestado un nuevo golpe al tráfico ilegal de angulas, en una operación en la que ha detenido a 10 personas y desmantelado un grupo dirigido por chinos asentado en España que al menos desde el 2016 exportaba este producto a mercados asiáticos, con unos beneficios netos de 37,5 millones de euros.

Así lo explicó ayer el teniente coronel del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, Jesús Gálvez, acompañado de representantes de Europol, que ha coordinado la operación, y de la Autoridad de Seguridad Alimentaria y Económica (ASAE) de Portugal, país donde la red quiso instalarse.

Durante la operación, además de los diez detenidos --de nacionalidad china, española y marroquí-- se efectuaron registros en inmuebles de Gijón, Piedras Blancas y Soto del Barco (Asturias), y en Algeciras (Cádiz), donde se localizaron 364 maletas preparadas para hacer llegar a China más de 5.000 kilos de angulas. Con ramificaciones en Portugal y Marruecos, el grupo era conocido por los agentes de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (Ucoma) del Seprona desde la operación Black Glass del 2016.

Pero los investigadores han comprobado cómo ha sofisticado sus métodos. Se han convertido en organizaciones estructuradas, con cabecillas y miembros distribuidos en la adquisición, distribución, preparación y envío, esta vez a través de Marruecos.