La mayoría son muy pequeños. Hay incluso bebés», revela el inspector jefe Luis García Pascual, uno de los responsables policiales que han liderado una operación que ha atrapado a 56 hombres que consumían y distribuían material pedófilo en España. En las grabaciones que han interceptado los agentes, a lo largo de una macroperación policial que ha durado más de un año, los menores aparecen sometidos a graves abusos. «Hablo de torturas», ha avisado el mando policial.

La sensación predominante es que en España se detectan actualmente más pedófilos que en el pasado y que estos mueven imágenes de contenido cada vez más preocupante. No se trata solamente de una sensación, es una tendencia «mundial» que avanza cobijada por las facilidades de comunicación que facilita internet, explica el director general de la Policía, Ignacio Cosidó. Solo el pasado año, añadió Cosidó, fueron arrestados 390 personas por delitos relacionados con la pornografía infantil en internet.

COMUNIDAD PEDÓFILA // La red internacional ha favorecido la existencia de «una comunidad pedófila», explica García Pascual. El perfil de los detenidos es el de un hombre español de unos 50 años de edad, desempleado, que pasa mucho tiempo en casa frente al ordenador. Son personas solitarias que posiblemente acabarían pidiendo ayuda psicológica para tratar su desviación. Sin embargo, al encontrar el apoyo de este grupo virtual que comparte su pedofilia «se refuerzan». Creen que su orientación sexual es tan normal como cualquier otra y que ahora está siendo perseguida «como en su día lo estuvo también la homosexualidad».

El código penal castiga penalmente la distribución de pornografía infantil pero el daño que causa el hecho de ser arrestado va mucho más allá de las consecuencias jurídicas, avisa García Pascual. «Tiene consecuencias muy graves para la vida familiar y social del sospechoso». Muchos de los detenidos «no son conscientes de todo esto».

Los peritos informáticos de la Policía Nacional continúan investigando el material que han intervenido en esta operación de gran alcance. Hasta la fecha no han encontrado grabaciones que se hayan rodado en España y todos los sospechosos tan solo han sido capturados por compartir con otros usuarios este material, no por producirlo.

Las víctimas que aparecen son de corta edad --incluso bebés-- y en su mayoría presentan rasgos asiáticos o suramericanos. En total se han intervenido 173 discos duros y 614 compactos y DVD en los que había varios gigas de fotografías --un solo giga puede contener unas 10.000 instantáneas de calidad media-- y vídeos.

En esta macroperación han participado más de 150 agentes policiales adscritos a los grupos de investigación de delitos tecnológicos de diferentes unidades territoriales de Policía Judicial, además de los integrantes del Grupo Tercero de Protección al Menor de la Brigada Central de Investigación Tecnológica de Unidad de Investigación Tecnológica de la Comisaría General de Policía Judicial. Del mismo modo, han intervenido hasta 46 juzgados de Instrucción repartidos por toda España. H