Un prototipo de ordenador cuántico mucho más potente y preciso de los anteriores se ha presentado este miércoles en un artículo publicado en la revista 'Nature'. Sus autores, liderados por un investigador que Google fichó hace cinco años, dicen haber alcanzado la "supremacía cuántica". Es decir, habrían efectuado cálculos imposibles de hacer con un ordenador normal. Lo que este ordenar hace en 3 minutos y 20 segundos, a uno convencional le ocuparían 10.000 años.

Sin embargo, IBM ha puesto en duda el resultado. La empresa competidora afirma que puede hacer esos cálculos en un ordenador clásico en dos días y medio: más tiempo, pero ninguna locura.

A la espera que IBM publique sus resultados, diversos investigadores se muestran preocupados de que la frontera de la investigación en este sector (que tiene implicaciones de seguridad) esté en manos de empresas privadas.

La idea del ordenador cuántico es utilizar las propiedades de las partículas microscópicas (descritas por la teoría de la mecánica cuántica) para conseguir dispositivos ultrapotentes. Por ejemplo, serían capaces de franquear todos los sistemas de criptografía que garantizan la seguridad de internet. Sin embargo, de momento solo hay prototipos y ninguno hace cálculos que un ordenador clásico no pueda hacer, casi siempre de forma más rápida.

53 qubits

El dispositivo presentado hoy trabaja con 53 qubits (los bits del ordenador cuántico) y con una precisión sin precedentes. Hasta ahora, el récord variaba entre 10 y 20 qubits.

Los cálculos llevados a cabo son sencillas operaciones lógicas que de momento no tienen utilidad. Para conseguir poner en riesgo la seguridad del cifrado se necesitan miles de qubits.

"Lo que ha logrado Google es realmente impresionante: tienen el ordenador cuántico más potente del mondo", afirma José Ignacio Latorre, catedrático de física de la Universitat de Barcelona. "Sin embargo, aún tardaremos décadas en ver uno plenamente funcional", puntualiza Johnathan Oppenheim, profesor de física cuántica en el University College London.

Mientras tanto, a muchos les preocupa que unas empresas lleven la voz cantante. "Tienen presupuestos que les permiten convencer a científicos de centros públicos para que trabajen con ellas. Privatizan investigación pública", afirma Oppenheim.

"Es preocupante", coincide Lucas Lamata, investigador de la Universidad de Sevilla que colaboró con los autores del último resultado. Lamata ve complicado que 'OpenSuperQ', el ordenador cuántico público europeo, alcance la fidelidad del prototipo de Google.