La compañía Google admite que tiene contratados a «expertos del lenguaje» para escuchar cerca del 0,2% de las conversaciones que los usuarios mantienen con su asistente virtual, lo que implica que una parte de esas interacciones no son privadas. Lo que a menudo reiteran las empresas que gestionan asistentes virtuales como Amazon, Samsung y Apple, además de Google, es que las charlas entre un cliente y su asistente son privadas y que la interacción se produce exclusivamente mediante inteligencia artificial, es decir, que los únicos que «escuchan» son robots.

Sin embargo, el reconocimiento oficial por parte de la empresa de que el 0,2 % de estas conversaciones son escuchadas por seres humanos para, aseguran, mejorar la calidad del servicio arroja luz sobre una práctica que las compañías por lo general evitan publicitar, aunque es conocido dentro de la industria que en menor o mayor medida, es una tendencia habitual.

Fue la televisión belga VRT NWS la que descubrió estas grabaciones, tras acceder a cerca de un millar de grabaciones de individuos anónimos.

La firma, que «tomará acciones» por la filtración al considerarla una «violación» de sus políticas de seguridad de datos, admitió contar con «expertos en todo el mundo» cuya función es escuchar y transcribir «una pequeña parte de los diálogos» que capta.