El Gordo más rollizo de la historia se sortea este domingo a partir de las nueve de la mañana. Son 324.000 euros netos por cada décimo del primer premio. Ha subido el mínimo exento de impuestos hasta los 20.000 euros. Es decir, de los primero 20.000 euros de cada premio, Hacienda se olvida, solo se lleva un pellizco del resto. Así, aunque es cierto que cada décimo del Gordo se lleva 400.000 euros, a la hora de la verdad la cantidad limpia de impuestos se reduce hasta los 324.000, que no está mañ, salvo porque, como recuerdan cada año los matemáticos por estas fechas, las probabilidades de descorchar el cava son mucho más que minúsculas. Salvo, claro está, para Hacienda, que con el sorteo de este domingo espera ingresar 175 millones de euros.

La Lotería de Navidad es, opinan los escépticos, puro folclore y mucha superstición. Este sábado, sin ir más lejos, ha ocurrido lo que se supone que es toda una señal de la diosa de la fortuna. La Manolita, administración de tantos telediarios en otros 22 de diciembre, ha tenido que cerrar durante unas horas como consecuencia del vendaval que recorría la meseta de oeste a este. La cornisa del tejado amenazaba las cabezas de quienes hacían cola. La solución de los bomberos ha sido lógica, cerrar al paso la zona. La de los 'creyentes', no. Han preferido desafiar al mal tiempo y esperar a que reabriera la oficina. Se supone que las desgracias van de la mano de las alegrías. Pocos prestan atención que la fortuna que en ocasiones ha exhibido La Manolita es sencillamente fruto de su fama. Vende más números que otras admnistraciones. Las estadísticas juegan a su favor.

El cobro

La mayoría de los premiados serán este domingo de cantidades pequeñas. Deben saber los agraciados con premios inferiores a los 2.000 euros que, si lo desean, pueden cobrar ya por la tarde el dinero, si encuentran, claro, alguna administración abierta. Si son cifras superiores y van al bancos deben saber, tal y como recuerda el Cuerpo Nacional de Policía, que deberán identificarse. No es ningún secreto que la Lotería Nacional ha servido a menudo para blanquear dinero de la corrupción y el narcotráfico.