La granada de mano que alguien lanzó dentro del Centro de Menores de Hortaleza en Madrid es un modelo de entrenamiento "muy antiguo" utilizado por el ejército de Polonia hasta hace 65 años y actualmente puede comprarse fácilmente por internet a un precio de unos 40 euros, según explicaron a EL PERIÓDICO fuentes de la investigación. Hoy mismo, un artefacto igual estaba a la venta por 35,90 euros en una página web española, según comprobó este diario.

Se trata de una GR-42, que fue creada para el ejército soviético en aquel año del siglo XX y utilizada para el entrenamiento de las tropas de la URSS y, tras la Segunda Guerra Mundial, también en los países del Pacto de Varsovia. En 1954 fue reemplazada y en los años ochenta se destruyeron las que quedaban en esos países porque el deterioro de su carga explosiva las había vuelto inestables.

DOSCIENTOS GRAMOS DE TNT

La granada que alguien lanzó al Centro de Primera Acogida de Hortaleza iba unida a un paquete envuelto en plástico y cinta aislante con clavos y tornillos. Tenía una carga explosiva de unos 200 gramos de TNT, pero carecía de espoleta. Pesa menos de medio kilo y todo indica que la intención de quien la lanzó allí era "amedrentar" a sus inquilinos y sus educadores. Un trabajador del centro la encontró el miércoles por la mañana en el patio.

Las investigaciones abiertas por la Policía Nacional contemplan varias hipótesis. Entre ellas, la de un ataque cometido por individuos neonazis o simpatizantes de la ultraderecha, aunque también la posible acción de miembros de bandas latinas. Se investiga también si algún interno o ex interno del Centro puede estar implicado. En ese sentido, un joven magrebí que había vivido allí y acudió la mañana del miércoles de visita también ha sido investigado. Fuentes de la Brigada de Información de Madrid, responsable de las pesquisas, indicaron que "no hay un solo dato objetivo" que apunte a que esa persona pudo dejar allí el explosivo.

El Centro de Menores de Hortaleza está preparado para acoger a unos 50 jóvenes españoles (víctimas de abusos, malos tratos) y extranjeros migrantes, pero sus instalaciones y sus trabajadores están desbordados. Actualmente acoge a casi cien menores. Los llamados menas (Menores Extranjeros No Acompañados) son mayoría.

En 2018 llegaron a la Comunidad de Madrid 1.570 menores extranjeros solos y se espera que esa cifra se duplique al acabar este año. Una minoría de esos jóvenes son problemáticos y la policía los ha identificado consumiendo pegamento y cometiendo hurtos o robos, especialmente en el distrito Centro de Madrid.

ESCALADA DE VIOLENCIA

El lanzamiento de una granada de mano al interior del centro de menores migrantes ha sido el último episodio violento que sufre. La escalada comenzó en octubre, cuando más de treinta personas supuestamente vinculadas con bandas latinas asaltaron el edificio en venganza por un supuesto robo cometido por alguno de los jóvenes que viven en el centro.

En noviembre, el grupo neonazi Hogar Social convocó concentraciones de protesta a las puertas del centro para denunciar que algunos internos eran responsables de delitos en el barrio. Posteriormente, dos líderes de Vox, Rocío Monasterio y Javier Ortega Smith, hicieron campaña electoral contra la delincuencia y la inmigración ilegal a las puertas del centro.