La Guardia Civil logró detener en un hotel madrileño al mayor ciberestafador de la historia de España: un joven leonés de 23 años, escurridizo y violento que llegaba a manejar ingresos de hasta 300.000 euros al mes y que tenía bajo sus órdenes y a sueldo a un importante grupo criminal.

El arresto de J.A.F., bautizado como Lupin por los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) del instituto armado, se enmarca en la operación con el mismo alias, que se saldó con un total de 45 detenidos por fraudes on line a cerca de 2.400 víctimas, según informó ayer la Benemérita.

Las estafas se cometían por la venta de productos de electrónica --vídeoconsolas y smartphones sobre todo-- en tiendas virtuales fraudulentas, a través de webs copiadas de otras de prestigio.

Estas falsas páginas duraban poco, llegando a activarse solo un fin de semana para desaparecer rápidamente sin dejar rastro. Pero ese poco tiempo, y con una intensa campaña de publicidad y ofertas golosas, lograban captar a centenares de compradores.

El cabecilla tomaba «exageradas» medidas de seguridad, hasta el punto de que utilizaba múltiples identidades, no llegaba a residir nunca más de una semana en el mismo domicilio.

Cuando fue detenido, J.A.F. tenía entre manos un plan para lograr a final de año «la estafa del siglo». Y es que el timador estaba preparando la infraestructura necesaria de cuentas corrientes, teléfonos y webs fraudulentas para obtener un millón de euros en el próximo Black Friday.