La Guardia Civil se prepara para incrementar su presencia en los controles de seguridad del aeropuerto de El Prat a partir del próximo lunes, 14 de agosto, fecha para la que los empleados de la empresa Eulen que desempeñan esta función habían anunciado una huelga total e indefinida. Esta no es la medida más extrema que se barajaba, la de que los agentes asumieran directamente los controles. Una posibilidad que, sin descartarse, queda aparcada.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, anunció la medida en Barcelona, donde, con la sede de la Delegación del Gobierno central en Catalunya como base, mantuvo varias reuniones para abordar el conflicto de El Prat cuando faltan menos de 72 horas para llegar a su fase crítica.

De la Serna justificó que por ahora no se contemple que la Guardia Civil asuma el control de seguridad, sino que el planteamiento es que haga funciones de vigilancia. Así, subrayó que lo que más preocupa al Gobierno, además de las molestias que puedan sufrir los viajeros, es garantizar la seguridad, lo que puede complicarse en una terminal repleta de gente por el puente.

EL GABINETE DE CRISIS // El ministro reunió ayer un gabinete de crisis convocado el jueves, tras conocerse que los trabajadores de Eulen rechazaban la propuesta de la mediación de la Generalitat (un incremento salarial de 200 euros por 12 pagas). De la Serna explicó que en la reunión se contempló la posibilidad de imponer un laudo obligatorio a los trabajadores de Eulen para dar por finalizada la huelga, y agregó que se habían encargado informes para explorar esa vía. Horas más tarde, el propio ministro admitió que, con toda probabilidad, el laudo no llegaría a tiempo de evitar la huelga del lunes, aunque se mantenía como salida al conflicto.

El ministro se mostró muy crítico con el comité de huelga y consideró que había faltado al respeto de la mediación, realizada por la Generalitat, porque en la asamblea del jueves presentó otras propuestas además de la nacida de esa mediación. «Jamás vi nada semejante», afirmó. En cambio, parecía esforzarse en aplaudir el trabajo de Conselleria de Treball, haciendo especial elogio de su titular, Dolors Bassa.

FRENTE COMÚN // El Gobierno central y el de la Generalitat aparcaron sus diferencias evidentes para exhibir una imagen de unidad con el fin de intentar resolver el conflicto de El Prat. Un frente común con una petición conjunta: las dos administraciones plantearon al comité de huelga lo que ya le había reclamado horas atrás Bassa: que convocara otra asamblea en las próximas 48 horas y sometiera a votación de la plantilla la propuesta presentada por la mediación de la Generalitat. De la Serna se reunió con Bassa, el conseller de Territori, Josep Rull, y el de Interior, Joaquim Forn, por espacio de 45 minutos.

Tras las reuniones, llegaba la espera: el comité de huelga se reunió a las 18.00 horas para decidir si convocaba o no una nueva asamblea para votar la propuesta de mediación. Finalmente así será, y en la misma los trabajadores se pronunciarán exclusivamente sobre esa propuesta. Es la última opción de evitar el caos.