La carne mechada de la empresa Magrudis comercializada como marca blanca también está contaminada con la bacteria listeria, según confirmaron ayer fuentes de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía. Los análisis preliminares realizados a las muestras de este producto cárnico de la compañía sevillana, distribuido por Comercial Martínez León y que se han vendido en distintos lugares de España, han dado positivo por listeriosis.

Además, esa carne de La Mechá que se había comercializado como marca blanca está mal etiquetada, según informó la Junta a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), dependiente del Ministerio de Sanidad. El producto estuvo a la venta en las tiendas hasta el viernes de la semana pasada, cuando fue retirado de los comercios, muchos de los cuales fueron avisados por la propia distribuidora.

DEFICIENCIAS // El último informe de la Agencia de Seguridad Alimentaria sobre el brote causado por listeria eleva a más de 200 personas el número de afectados. La infección ha causado al menos una muerte (se investiga una segunda, de un enfermo terminal con presencia de la bacteria), señala el documento, en el que precisa que ha tenido conocimiento a través de la Junta de Andalucía de que se trata de un producto vendido «sin marca comercial alguna». Ello supone «una importante deficiencia de comercialización y etiquetado».

Mientras tanto, tres nuevos casos de sospecha de listeriosis han elevado a cinco las personas presuntamente afectadas por esta patología en Cataluña, a la espera de las analíticas que verifiquen si se trata de casos confirmados. Los cinco casos están relacionados con el brote de Andalucía.

TESTAFERRO // La Junta ha confirmado que el producto tiene la misma presentación que el comercializado por Magrudis SL, pero no aparece en el etiquetado marca alguna y solo se referencia la información nutricional, según la Aesan. Magrudis SL es la empresa que explota la marca La Mechá y, al parecer, el dueño de la misma, José Antonio Marín Ponce, usó a su hijo, Sandro Marín Rodríguez, como testaferro tras dejar tres empresas con deudas en solo dos décadas.

Para el Ministerio de Sanidad, la ausencia de etiquetado es «una gravísima deficiencia de comercialización, que en modo alguno permitiría ser comercializado, y al usuario o consumidor final que lo adquiere vincularlo con el producto de Magrudis asociado al brote, aun siendo el mismo producto que el objeto de la alerta que se activó el 16 de agosto».

TRASCENDENTE // En la situación actual del brote, esta deficiencia tiene una «muy especial trascendencia para la salud», para los técnicos del ministerio, y puede entenderse que se trata de una praxis «no ajustada a norma» al vender al consumidor final producto destinado a canales profesionales, lo que propicia un «riesgo innegable para la salud».

Como consecuencia del creciente número de infectados, Sanidad ha convocado mañana en una reunión a los consejeros de salud de las comunidades para intercambiar información sobre el virulento brote por el consumo de la carne contaminada.