Los dos hermanos, un niño de tres años y medio y una bebé de cinco meses, que estaban desaparecidos en Godella desde el miércoles por la tarde fueron encontrados sin vida a última hora de la tarde de ayer. La madre, tras varias horas de interrogatorios, habría conducido a la Guardia Civil hasta los cadáveres, que estaban enterrados, pero anoche no había confesado el doble crimen.

Según explicó el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Fulgencio, la mujer está detenida por estos hechos, mientras que su compañero y padre de los niños seguía bajo interrogatorio policial. Preguntado por si estos hechos pueden recibir la calificación de violencia de género, Fulgencio apuntó que «difícilmente» tendrían este encaje, aunque «lo tendrá que determinar la investigación».

Por el momento no se ha informado sobre las causas de la muerte, si bien el delegado del Gobierno apuntó que el equipo forense que ha participado en el levantamiento de los cadáveres trabaja con una determinada hipótesis --que no quiso precisar--, a la espera de que ahora se practiquen las pertinentes autopsias.

Los niños fueron vistos el miércoles por una amiga de la familia que se acercó a la casa donde vive la misma a llevarles comida, según detalló Fulgencio, por lo que la muerte y enterramiento de los menores se produjo en a tarde-noche de ese mismo día.

EN DOS FOSAS // Los cuerpos fueron enterrados en dos fosas, una a unos 75 metros de la vivienda que ocupaba la familia de forma ilegal, y el otro a unos 150 metros, en el suelo, no en ninguna acequia ni pozo, según precisó el delegado del Gobierno central. Aunque la madre se mostró reacia a la colaboración durante la mayor parte del interrogatorio al que fue sometida, finalmente los agentes «consiguieron convencerla» para que les indicase dónde se encontraban los cuerpos.

Tras lamentar el «triste desenlace», Juan Carlos Fulgencio agradeció la colaboración de los voluntarios que han participado en el dispositivo de búsqueda, así como la labor de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Al parecer, los padres de los pequeños, él belga y ella mejicana y ambos en la treintena, protagonizaron una fuerte discusión la noche del miércoles tras la cual la madre habría abandonado la casa. Se trata de una caseta de campo muy mal conservada que habían ocupado. La investigación habría comenzado a primera hora de ayer tras varias llamadas de alerta de los vecinos. Una de esas personas habría visto a la pareja persiguiéndose, el hombre a la mujer, en la zona donde viven.

Varias patrullas de la Guardia Civil y la Policía Local acudieron a la zona, según confirmó Fulgencio, quien explicó que en un principio solo encontraron al padre, que en una confusa primera declaración ya habría apuntado a que solo quería regresar a su país dado que los menores estarían muertos, aunque habló de que podían estar en la piscina en la que no se halló nada.

DESNUDA EN UN BIDÓN // Sobre las 11 horas, la madre fue encontrada desnuda en el interior de un bidón, en una zona muy próxima a la vivienda, con arañazos «propios de haber corrido».

El delegado del gobierno señaló que los interrogatorios habían tenido «poco éxito» ya que la actitud de los padres era «poco colaborativa». El padre habría insinuado que la madre ya habría intentado ahogarlos el mismo miércoles por la noche y que su mujer quería reencarnarse.

Se estudia si uno o los dos miembros de la pareja padecen problemas psiquiátricos. También se sospecha que podían ser consumidores de algún tipo de droga y que han podido actuar bajo sus efectos. Existía un expediente de los servicios sociales por la desatención de sus hijos, entre otras cosas porque el hijo mayor llevaba semanas sin asistir al colegio en el que estaba matriculado, que podía haber provocado la retirada de la custodia.