Buenas noticias desde el pasado. El análisis de restos fósiles de animales prehistóricos proporciona una nueva mirada sobre los primeros peces con dedos y las primeras aves modernas. Estos hallazgos, publicados ayer en diferentes artículos de la revista Nature, hacen referencia al fascinante proceso de evolución de las especies. No son, por lo tanto, eslabones perdidos, sino una parte más de la transición entre los animales prehistóricos y los que conocemos hoy en día. En un caso, unos restos fósiles de más de 360 millones de años permiten conocer un poco más aquellos ejemplares de peces que empezaron a desarrollar extremidades parecidas a las de un vertebrado terrestre. En el otro, un cráneo de más de 66 millones de años muestra el pájaro moderno más antiguo jamás hallado que, sorprendentemente, muestra características similares a pollos y patos actuales.

Ambas historias, aunque muy diferentes entre sí, permiten echar una mirada inédita al pasado. Y recordar que la evolución poco tiene que ver con aquellas imágenes lineales en cadena en las que una especie sustituye a otra hasta configurar el panorama que vemos actualmente. Porque, según el testigo que han dejado los restos fósiles, se trató de un intrincado proceso en el que diferentes etapas evolutivas de una especie podían convivir miles de años antes de que una prosiguiera su camino.

El hallazgo de un fósil de un pez prehistórico de más de un metro y medio de largo y con unas aletas que empezaban a tomar la forma de las extremidades de un vertebrado podría adelantar, bastante, la fecha de las primeras pisadas sobre suelo terrestre. Aunque no es la primera vez que se encuentra un ejemplar de Elpistostege watsoni, un pez considerado como una transición entre los antiguos animales acuáticos y los posteriores vertebrados terrestres, sí estamos ante los restos fósiles más completos hallados hasta la fecha de esta especie. «La transición de los peces a los tetrápodos (animales de cuatro extremidades) fue una de las transformaciones más importantes en la evolución de los vertebrados», explican los expertos como introducción al recién publicado estudio.

las huellas // Los restos óseos sugieren que los primeros animales que andaron sobre cuatro patas lo hicieron hace unos 374 millones de años. Las huellas fósiles, en cambio, sugieren que esto ocurrió mucho antes. Así que, hasta ahora, el problema era encontrar unos huesos que, siendo testigo de su época, zanjaran el debate. El análisis de este fósil de pez prehistórico indica que habitó las aguas canadienses hace entre 393 y 359 millones de años.