215 huevos fosilizados de pterosaurio han sido descubiertos en China. Este último descubrimiento ha permitido obtener nueva información sobre el primer animal vertebrado que conquistó el aire hace algo más de 100 millones de años. Un estudio de la revista Science ha permitido averiguar cómo vivía una de las especies más curiosas de antaño.

El hallazgo ha tenido lugar en la región de Hami (al noroeste de China) y se trata de la mayor concentración de huevos de vertebrados extintos conocida hasta el momento. Este descubrimiento no solo es espectacular por la cantidad de material encontrado, sino que también por su calidad. Muchos de los fósiles de huevos están en un gran estado de conservación y esto ha permitido sacar nuevas e importantes conclusiones sobre los pterosaurios.

En 16 de los huevos descubiertos había embriones. Esto ha permitido observar el desarrollo de los huesos de las crías y estudiar las distintas etapas de crecimiento de la especie. Tras la investigación ,y basándose en esta nueva información, Alexander Kellner, uno de los investigadores, ha podido concluir que las crías de pterosaurio podían correr pero no volar. «Estas conclusiones se basan en el hecho de que los huesos de las alas, como el húmero, estaban menos osificados que los huesos de las piernas, como el fémur», explica. Estas afirmaciones también han servido para desmentir algunos estudios anteriores, como algunos que postulaban y defendían que los recién nacidos podían volar.

Tener esta habilidad al nacer es un asunto importante para cualquier especie, pues le permite ser más independiente desde el primer día. En este caso, el hallazgo ha permitido afirmar que las crías de pterosaurio no eran autónomas nada más nacer, sino que precisaban del cuidado de sus madres. Además, se ha aclarado que este periodo de cuidado se realizaba en comunidad.