Los ocho mineros que protagonizaron la última y más delicada fase del operativo de rescate se encuentran «cansados y con ganas de volver a la rutina», pero en ningún caso se sienten «héroes», palabra con la que los vecinos de Totalán les despidieron el sábado.

Así se expresó ayer el ingeniero jefe y director técnico de la brigada desde hace seis años, Sergio Tuñón, que compareció en una rueda de prensa en su sede de Hunosa (Oviedo), junto a los otros siete miembros del equipo que excavó durante más de 30 horas el túnel que permitió conectar la galería vertical con el punto del pozo en el para el rescate con el que yacía Julen.

«Normalmente, trabajamos desde el anonimato, y esto nos desbordó. Ahora, básicamente, estamos cansados y tratando de recuperar nuestra vida, y mañana o pasado poder estar de nuevo al pie de teléfono o continuando con las funciones de formación con otros cuerpos», subrayó Tuñón tras dar de nuevo el pésame a los padres del niño y reconocer que les hubiese gustado acercarse hasta el tanatorio.

Como portavoz del resto de sus compañeros, aseguró que hicieron su trabajo lo mejor que supieron y pudieron y que, aunque les hubiese gustado un final distinto, cumplieron con su obligación. «No somos héroes ni muchísimo menos», recalcó Tuñón.