En ocasiones las redes sociales en internet las carga el diablo. En mayo del 2017 Foroches y Burbuja.info -los dos foros más grandes de España- publicaron durante unas horas datos personales de la joven madrileña que sufrió los abusos sexuales de 'La manada'. La policía se puso manos a la obra para averiguar cómo se habían difundido esos datos, en los que incluían fotografías de la muchacha. Los agentes localizaron meses después a un vecino del distrito de Horta-Guinardó de Barcelona había colocado esta información en otra web. El juez de la capital catalana que le investiga, Miguel Ángel Tabares Cabezón, le ha tomado declaración este miércoles como imputado.

“Solo hice una captura de pantalla de otra web y la copie para contestar el comentario de un usuario”, ha explicado Eric, de profesión mecánico y que consta registrado en un foro no tan importante como los primeros que difundieron la información de la víctima. Antes de su interrogatorio, el magistrado ha enseñado al imputado, defendido por el abogado Gorka Nart, las fotos que el colgó en internet y que, según su versión, eran copia de las expuestas en otra web. “En las imágenes se puede ver, incluso, la página de internet de la que hice la captura. Yo no fui el primero. Solo copié y pegué”, ha sostenido.

Fuentes judiciales han asegurado a este diario que debajo de esa captura de pantalla hay un texto que no puede leerse con claridad en la fotocopia que la policía ha remitido al juzgado. “Yo no lo escribí. Lo hizo otro usuario, al que yo contesté su mensaje reproduciendo la captura de pantalla”, insiste Eric, de unos 40 años y que vive con sus padres. El encausado ha admitido que para conectarse a internet utilizaba el wifi de una vecina, pues él no tenía en su domicilio. El mismo informe policial en poder del juzgado detalla que las imágenes colgadas por el imputado provienen de “fuentes abiertas”.

El investigado ha explicado al juez que en ningún momento pretendió con su acción hacer “apología de la violación” y mucho menos “difamar y atacar al honor” de la víctima de 'La manada', que sufrió abusos sexuales por parte de los cinco miembros del grupo durante los Sanfermines del 2016. Eric se ha negado a contestar a las preguntas de la abogada Laia Serra, que está comparecida en la causa como acusación popular en nombre del colectivo Dones Juristes. “No soy legionario, ni aficionado a la legión. Solo fui a la jura de bandera de mi hermano”, ha afirmado a EL PERIÓDICO.

DE ESPAÑA A ESTADOS UNIDOS

Eric está siendo investigado en Barcelona, pero un juzgado de Madrid también abrió otras diligencias judiciales a raíz de la denuncia de la víctima de 'La manada'. Todo empezó el 26 de abril del 2017, cuando la Audiencia de Navarra envió la sentencia contra los cinco jóvenes sevillanos en la que se les condenaba a nueve años de cárcel por abuso sexual, no por violación. En este documento no había datos personales de la chica, pero sí un código por el que se podía acceder al original de la resolución. Fue entonces cuando comenzó a difundirse en internet su identidad e imágenes suyas. Esta información llegó a ser publicada por la versión en castellano de una página web neonazi y supremacista de Estados Unidos.

Las pesquisas de la Policía Nacional en España permitieron descubrir que el ataque a la víctima de 'La manada' se había iniciado desde dos ordenadores, dos direcciones IP. El informe policial remitido al juzgado de Madrid concluía que una de esas conexiones estaba vinculada a una red privada de un servidor extranjero, de forma que no se podía seguir la pista de su responsable.

Más suerte tuvieron los agentes que rastrearon la otra IP. En esta ocasión, el ordenador estaba en el distrito barcelonés de Horta-Guinardó. Los policías se entrevistaron con la mujer dueña del aparato y con su marido y comprobaron que no tenían nada que ver con este asunto. Al final, los investigadores localizaron a un vecino de la mujer, que vive pared con pared con ese matrimonio, y que utilizó su conexión wifi. Ese hombre era Eric. La policía ha localizado a otras personas que ayudaron a difundir los datos personales de la muchacha.