L os contagios siguen disparados, con una incidencia acumulada de 454 casos por cada 100.000 habitantes, pero el Gobierno insiste en que no es necesario un nuevo confinamiento para revertir la evolución de la pandemia, que confía se consiga con las «medidas quirúrgicas» de las comunidades y la vacunación. Ayer, el Ministerio de Sanidad notificó 25.438 nuevos positivos de covid-19, 2.137.220 desde el inicio de la pandemia, y 408 muertes más desde el lunes, 52.683 en total. Además, hay ingresadas 17.645 personas por covid, 853 enfermos más que el pasado lunes, lo que se traduce en una ocupación hospitalaria del 14,21% (por el 13,7% del día previo), mientras que en las UCI es del 26,9%, ocho décimas más de lo que había un día antes.

En este escenario, la incidencia acumulada es superior a la media en ocho regiones, con Extremadura a la cabeza, con 1.076 (1.021 el lunes); seguida de Madrid, con 621 (por los 595,6 del día anterior); Baleares, con 600 (598); Castilla-La Mancha, con 595 (556); La Rioja, con 593,12 (557,77); Comunitat Valenciana, con 565 (516, 87); Cataluña, con 523 (524), y Castilla y León, con 469 (443,1). Con estos datos, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, advirtió que el mes de enero será «muy complicado», aunque insistió en que, además de con la estrategia nacional contra el covid-19, hay dos «armas mágicas» para vencer a este virus: la reducción de la movilidad y también de los contactos.

En este sentido, Illa remarcó que hay que esperar dos semanas para ver los efectos de las restricciones de las comunidades sin que se contemple el confinamiento domiciliario de la población, al asegurar que «sabemos lo que hay que hacer y estamos haciéndolo». Sin embargo, Castilla y León ha pedido a los ciudadanos que se autoconfinen en sus casas y solo salgan para lo imprescindible ante el «vertiginoso» aumento de casos, adoptando en paralelo nuevas medidas excepcionales sobre la hostelería, el comercio, los salones de juego y las instalaciones deportivas, que entran hoy en vigor.

Asimismo, las comunidades han seguido aumentado sus medidas y Cantabria anunció ayer la prórroga del cierre perimetral de la región y del toque de queda, así como el endurecimiento de las restricciones sanitarias, el posible cierre de grandes superficies los fines de semana y la prohibición de público en espectáculos deportivos.

Del Val, investigadora del Centro de Biología Molecular y coordinadora de la Plataforma de Salud Global del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), incidió en que las vacunas «nos sitúan en el principio del fin», pero también en que al ritmo actual en Semana Santa solo estará vacunado el 3 % de la población mayor de 65 años, una cifra que debería ser más elevada en esas fechas. H