El incendio forestal, al parecer intencionado, que se declaró el pasado lunes en Encinedo (León), en la zona de La Cabrera, permanece aún sin controlar y se sitúa en un perímetro de más de 8.000 hectáreas.

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones, alertó ayer de que las rachas de viento en el entorno del incendio complicabann las labores de extinción y podían reavivar las llamas en el «mar de rescoldos» formado por 8.000 hectáreas perimetradas, si bien unas mil han quedado sin arder y pueden ser descontadas en el análisis definitivo.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Suárez Quiñones lanzó un mensaje de «tranquilidad» a los habitantes de la zona, aunque reconoció que el frente norte del incendio se dirige hacia el pequeño municipio de Robledo de Losada, que cuenta con un plan de desalojo por si fuera necesario.

La abrupta orografía y el fuerte y cambiante viento registrado en el lugar figuran entre las condiciones que perjudican las labores contra el fuego más importante en extensión de los registrados en Castilla y León en lo que va de año, si bien el consejero precisó que se trata de terreno de matorral que regenera más rápido que los arbolados. La noche del miércoles al jueves fue necesario desalojar hasta tres pedanías de Encinedo como medida preventiva.