Los pasajeros de un avión de la compañía Ryanair fueron desalojados ayer por la tarde cuando la aeronave se encontraba en tierra, en el aeropuerto de El Prat de Barcelona, al incendiarse el móvil de un pasajero, tras lo cual la tripulación evacuó a los viajeros, en un incidente en el que no se contabilizó ningún herido.

Según informaron fuentes de la compañía irlandesa, el incidente se produjo al incendiarse una batería externa de un smartphone, y las llamas fueron extinguidas por la tripulación una vez los pasajeros ya habían salido del avión, cuyo destino era Ibiza.

Los pasajeros fueron evacuados por un tobogán de emergencia, sin que nadie resultara herido en la incidencia, más allá de algunos rasguños que sufrieron algunos pasajeros durante el aparatoso desalojo del avión.

MOMENTOS DE TENSIÓN // Uno de los testigos que iba a bordo de la nave detalló que el incendio se produjo sobre las 17.30 horas, cuando el avión estaba a punto de iniciar el despegue. De repente, según su testimonio, apareció una nube de humo y llamas en la cabina que generaron momentos de tensión entre el pasaje.

El pasajero subrayó la actuación de la tripulación, que «agitó aún más a los pasajeros» al presionarlos para que abandonaran el avión con la máxima rapidez, hecho que generó una «estampida» para llegar al tobogán, ante una incidencia que, según él, «no era tan extraordinaria».