Indonesia sigue evacuando turistas a la carrera después de que algunos de sus destinos más populares fueran golpeados el domingo por el segundo seísmo en una semana. El temblor que sacudió la isla de Lombok se cobró al menos 91 muertos y 209 heridos. Las cifras subirán en las próximas horas porque aún no se ha podido contactar con las zonas más afectadas de la isla, han advertido las autoridades. Las autoridades no han ofrecido cifras de desaparecidos.

Lombok ofrece un aspecto desacostumbrado. La isla, célebre por sus plácidas playas de aguas prístinas y su volcán, está tomada por socorristas y equipos de rescate que buscan supervivientes entre los escombros. Miles de viviendas que habían quedado ya seriamente dañadas por el seísmo anterior acabaron por rendirse en la tarde de este pasado domingo. El drama ha tensado las capacidades de la región.

«Hay desafíos: las carreteras y tres puentes han quedado dañados, es complicado acceder a algunos lugares y no disponemos de suficiente personal», ha afirmado Sutopo Purwo Nugroho, portavoz de la Agencia Nacional de Desastres. La electricidad y las comunicaciones seguían ayer lunes cortadas en amplias zonas de Lombok y el Ejército anunció que enviaría un barco con asistencia médica, suministros y también apoyo logístico para la isla.

El aeropuerto y los muelles de Lombok estaba atestados de turistas que buscan destinos más plácidos después de haber experimentado dos seísmos y centenares de réplicas en una semana. Las autoridades han dispuesto tres barcos adicionales y en la mañana del lunes ya habían evacuado a 358 turistas, tanto indonesios como extranjeros. El aeropuerto de Matamaram, la capital, estaba abarrotado y amplió las operaciones a 24 horas al día.

También se estaba evacuando a más de un millar de viajeros de las islas Gili, situadas al noroeste de Lombok. Las tres pequeñas islas, célebres por sus corales, son muy frecuentadas por mochileros y buceadores. Algunos relataban la fuerte pesadilla en la que se había convertido coger un barco, donde la gente peleaba por subir con sus equipajes.

El último seísmo se produjo a una profundidad de diez kilómetros en la parte septentrional de Lombok. Las autoridades locales calcularon una fuerza 7 en la escala Richter, que el Servicio Geológico de Estados Unidos rebajó en una décima. Pudo sentirse en la cercana isla de Bali, mascarón de proa del turismo indonesio.

El seísmo generó una alerta de tsunami que empujó a los vecinos y turistas hacia las cimas más altas en las regiones de Lombok Norte y Mataram, la capital provincial de Nusa Tenggara Occidental. La alerta fue desactivada horas más tarde sin que se hubieran registrado olas reseñables.

200 ESPAÑOLES // Más de 200 españoles resultaron afectados por el terremoto. «La embajada está en contacto con más de 150 españoles desde el principio de la evacuación», escribió en Twitter la legación diplomática, que desaconseja volar en los próximos días tanto a Lombok como a las tres islas Gili. Unos 200 españoles se encontraban ayer en el aeropuerto de Lombok, a la espera de vuelos que debían salir entre ayer y el jueves. Allí, personal consular asiste a los afectados.