Los 87 inmigrantes que viajan en el Open Arms recibirán a su llegada hoy al puerto de Algeciras el mismo trato que los llegados en patera. No se beneficiarán de ningún trato especial como el de los 629 pasajeros del Aquarius en València o los 60 del Open Arms en Barcelona, que recibieron unos permisos extraordinarios por razones humanitarias de 45 y 30 días respectivamente.

Durante ese periodo, los recién llegados pudieron meditar con calma si presentaban una solicitud de asilo que, una vez admitida a trámite, garantizaba que entraban en el sistema de protección internacional español. En el caso del Aquarius lo hicieron todos menos uno. Ahora dispondrán para ello de un periodo de tan solo 72 horas durante el cual serán retenidos por la policía en un nuevo centro de acogida que se ha creado en Algeciras.

LAS CRÍTICAS // La Red Española de Inmigración y Ayuda al Refugiado ha acusado al Gobierno de Pedro Sánchez discriminar a los inmigrantes por este trato diferencial. «Agradecemos que España siga siendo puerto seguro y que sea un muro eficaz ante el populismo de Salvini y Le Pen, pero reclamamos que no provoque una evidente discriminación entre casos que son idénticos», afirmó Daniel Méndez, el presidente de esta oenegé formada por entidades, expertos y juristas de diferentes puntos de toda España.

La secretaria de Estado de Migraciones, Consuelo Rumí, negó cualquier discriminación y atribuyó la diferencia de trato a que el Gobierno ya tiene engrasados los mecanismos para resolver estas situaciones con celeridad.

«El Gobierno ha desarrollado desde la llegada del Aquarius dispositivos de atención y de acogida para actuar en tiempos muy breves con personas que llegan rescatadas del mar. Lo que el 17 de junio era un desembarco excepcional, con personas que necesitaban una valoración, una atención y una gestión que no se sabía el tiempo que iba a durar, menos de dos meses después es un procedimiento probado», señaló la secretaria de Estado.

Al igual que ocurrió con los anteriores desembarcos, los que decidan solicitar asilo entrarán en el sistema de protección y aunque no lo soliciten, «si existen circunstancias humanitarias, excepcionales, se valorarán para dar una autorización, no de 45 días, sino de un año». «Para los que no, se aplicará la ley. Es la normalidad», añadió la propia Rumí.

Si el Gobierno es capaz de resolver con tanta celeridad y sin vulnerar el derecho de los inmigrantes a ser asesorados por un letrado, el resultado final para los inmigrantes puede ser muy similar al de los casos precedentes. Es algo conocido entre los expertos que la inmensa mayoría de los pasajeros de los barcos procedentes de Libia solicitan asilo al llegar a puerto. En este caso, aún más porque su gran mayoría proceden de Sudán, un país con un conflicto bélico interno.

Cuando el Open Arms atraque hoy en Algeciras habrá transcurrido una semana desde que el pasado jueves realizaran el rescate frente a las costas de Libia.

El jefe de operaciones de Open Arms, Ricardo Gatti, explicó el rescate: «Los encontramos de noche, después de que nos pasaran de un mercante la información de su localización. A las dos horas y media los encontramos con mucho miedo de que fuéramos libios». «Hubo gente --relató-- que hasta se cayó al agua, pero logramos reconducir la situación. Después del primer triaje médico, las condiciones estaban fuera de urgencia, pero llevaban un par de días sin comer y sin beber».

La situación está controlada, si bien la mayoría de los pasajeros tienen heridas leves, añade.