Los alumnos de primero y segundo de ESO del instituto Torre Vicens de Lleida no pueden llevar sus teléfonos móviles al centro desde el 9 de enero por decisión de la dirección, que quiere evitar así conflictos tras detectar insultos por Whatsapp, aunque fueron leves y no abrieron expedientes disciplinarios. También se pretende favorecer la atención en clase y mejorar la comunicación entre los alumnos en el patio.

La medida fue anunciada a los jóvenes y a la Asociación de Padres y Madres (AMPA) del centro antes de Navidad. La jefa de estudios del centro, Chus Castro, explicó que este veto, que ya se aplica en otros institutos de la ciudad, está siendo bien aceptado por los alumnos y las familias.

A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los centros, en los que se permite llevar el móvil al instituto y usarlo en pasillos, cafetería o patio, el instituto leridano ha optado por la prohibición en todo el recinto por lo que, si un estudiante lo usa, serán los padres quienes tendrán que ir a recuperar el aparato.

Los profesores habían detectado que llevar el móvil no favorecía la concentración de los alumnos, que algunos se despistaban y llegaban tarde a clase y que en el patio la mayoría de los jóvenes se entretenían con su móvil y no jugaban ni hablaban en grupo.

A partir de tercero de la ESO, sí pueden tener móvil, lo pueden usar de manera pedagógica o en el patio o la cafetería.