El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, apeló ayer a la «cordura» y «responsabilidad» de los examinadores de Tráfico para que pongan fin a la huelga que desde hace seis meses mantienen. Situación que «ni puede ni debe prolongarse por más tiempo». «Hago un último llamamiento para que en próximos días podamos resolver y disipar la angustia de las autoescuelas», aseguró el ministro del Interior.

Por su parte, la Dirección General de Tráfico (DGT) anunció que fijará unos servicios mínimos del 50% tras el fracaso en la negociación mantenida ayer con los examinadores para intentar llegar a un acuerdo después de casi seis meses de huelga, lo que ha provocado la suspensión de al menos 193.000 pruebas. Se trata de una medida anunciada hace unos días por el director general de Tráfico, Gregorio Serrano, y que ayer definitivamente se ratificó después de que no hayan conseguido desatascar el conflicto, según informó la DGT.

Por su parte, los examinadores, que protagonizan la huelga más larga de la DGT (desde el pasado mes de julio), recurrirán la medida a los tribunales, ya que consideran que «la aplicación de unos servicios mínimos produciría una restricción injustificada del derecho de huelga».

Sin embargo, la DGT cree que prorrogar la huelga --que según la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) alcanzó en la jornada de ayer un seguimiento del 61%-- durante el mes de diciembre y a jornada completa los lunes, martes y miércoles supone una «indefensión absoluta» del ciudadano y de las empresas del sector de las autoescuelas.

En las negociaciones, los examinadores reivindican un aumento de 250 euros en el complemento específico salarial, algo que Tráfico considera inviable.