La Policía Local de Toledo desalojó una fiesta en una vivienda en el casco histórico de Toledo a la que asistían 29 personas, algunas de las cuales salieron del frigorífico, de armarios o debajo de las camas durante la intervención de los agentes, y que tendrán que pagar multas de entre 601 y 30.000 euros por saltarse las normas del estado de alarma decretadas por la epidemia del coronavirus.

La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, informó ayer del desalojo que practicó la Policía Local el fin de semana, en una casa en la calle Descalzos, tras recibir el aviso de uno de los vecinos.

Desde la Policía Local, que ha hecho pública esta actuación en su perfil en la red social Facebook, relatan que una vez en la vivienda, «uno salía del frigorífico, otro de debajo de la cama, de armarios, del trastero y de la terraza», y que todos los asistentes a la cita fueron identificados y serán multados, aunque «lo que hay en juego no tiene precio».

Además, la alcaldesa añadió que hubo incluso invitados que se fueron de la casa antes de que llegaran los efectivos municipales. «Esperamos que no vuelva a ocurrir», sentenció la regidora, quien agradeció asimismo la colaboración ciudadana para que se cumplan las normas establecidas. Además, recordó que «un repunte sería algo terrible para la salud y la economía de la ciudad y el país», subrayó, por lo que ha pedido «paciencia y responsabilidad» a los ciudadanos.