Después de probar con todo tipo de mensajes cada vez es más difícil para las campañas de la Dirección General de Tráfico (DGT) captar la atención de los conductores. Para esta Semana Santa prueba con un nuevo registro, el de la ironía macabra, desde luego muy llamativo. El anuncio ofrece tres destinos a los que puedes optar en caso de que decidas correr demasiado, beber o usar el móvil mientras conduces: el hospital, el cementerio o la cárcel. Es el #TopVacacional que augura Tráfico a los que se salten las normas.
A la lista de mejores viajes no le falta de nada, ni las estrellas clasificado su categoría. Cada uno de los destinos es pintado con sus correspondientes ventajas. En el Top 1, el hospital, un comercial explica que es el ideal para los que buscan «cuidados intensivos» y recuerda que se proporciona al cliente una «pulserita como la del Caribe». En el segundo lugar, la cárcel ofrece la posibilidad de pasar temporadas largas reflexionando, mientras que en el cementerio el enterrador explica que suele recibir «unos cuatro viajeros al día», como si fuera el recepcionista de un centro vacacional.
LA REALIDAD // Pere Navarro, el director de la DGT, explicó durante la presentación del anuncio que se trata de «una manera amable» de contar algo que «inevitablemente es duro, porque es la realidad». «Tratamos de explicar que arriesgar no vale la pena, que es mejor ir más despacio y con las dos manos agarradas siempre al volante», añadió Navarro.
No es muy diferente a un anuncio de la autoridades de tráfico de Islandia que hace tiempo llamó la atención de Navarro. Era aún más directo. «¿Has bebido? Elige quién te va a llevar», interpelaba, mientras se podían ver aparcados detrás un coche fúnebre, una ambulancia y un vehículo policial. Igual que el cementerio, el hospital y la cárcel. En ese caso se ofrecía una cuarta opción para evitar todo eso: coger un taxi.
EL OPERATIVO // Más allá de la campaña de concienciación, la Operación Semana Santa se materializará en las carreteras con un gran despliegue de medios humanos y tecnológicos. Entre los primeros destaca el aumento de 400 guardias civiles respecto al año anterior, sumando un total de 9.200 agentes de tráfico, complementados por unos 1.400 radares entre fijos (724) y móviles (557).
A esto hay que añadir las 216 cámaras instaladas para detectar a los conductores y copilotos que no porten el cinturón. Tras comprobarse la alta definición de las imágenes obtenidas, también se están utilizando para sancionar a los que conducen mientras manipulan el móvil. El despliegue tecnológico se completará con diez helicópteros, ocho drones y 264 vehículos camuflados para controlar el mal uso del móvil.