Frente a una situación de contagios que desciende, pero no todavía de una manera estable, el Gobierno italiano ha anunciado la prórroga del cierre del país hasta el 3 de mayo, según dijo ayer el primer ministro, Giuseppe Conte, en un mensaje por televisión. El jefe del Ejecutivo anunció que podrán abrir a partir del martes solo las librerías y papelerías, principalmente para que los escolares y universitarios puedan seguir trabajando desde casa. «No podemos correr el riesgo de tener que volver a empezar» con el confinamiento, recalcó Conte.

En el informe diario que dio el jefe de Protección Civil, Angelo Borrelli, los fallecidos en Italia por el coronavirus alcanzaron ayer los 18.849, un incremento de 570 sobre el anterior parte. El número total de contagios se situó en las 147.577 personas, 3.951 más registrados en las últimas 24 horas, desde que se detectara la primera infección autóctona el 21 de febrero. El número de personas actualmente enfermas es de 98.273, un aumento de 1.396 en comparación con el boletín del jueves. De estas la mayoría, 66.534 están aisladas en sus casas con síntomas leves, 28.242 hospitalizadas y 3.497 reciben cuidados intensivos.

El fin de semana de Pascua constituirá una prueba de fuego para los controles en Italia, ya que con una primavera más que agradable, la tentación de huir a las segundas residencias es grande después de un mes exacto de cierre de los italianos en sus viviendas. En Milán y Roma se han desplegado unos 5.000 agentes por ciudad para controlar las salidas. Además se utilizan drones para vigilar las concentraciones en las terrazas de los edificios estos días de Semana Santa, propensos a reunirse las familias.

La FCA (Fiat-Chrysler) está poniendo a punto una reorganización de sus industrias en el país para poder reabrirlas. Tras negociaciones con los sindicatos y el asesoramiento de especialistas médicos, el acuerdo comprendería una reapertura en la que se tomará la temperatura de los empleados al entrar y salir de fábrica.

LA OPINIÓN DEL EXPERTO / Según el virólogo italiano Enrico Bucci, profesor en EEUU y muy respetado y escuchado en Italia, «hay que abrir el país cuando las UCI estén vacías en un 50%, impedir los viajes entre una región y otra, introducir algún tipo de control de los ciudadanos que no comporte violación de la privacidad personal (datos anonimos) y usar el transporte urbano con un número cerrado de pasajeros».