Europa y el mundo tienen los ojos puestos en Italia y en la evolución del coronavirus en este país, el que más muertes lleva registradas. Los datos ofrecidos ayer por el servicio de Protección Civil muestran que se mantiene la tendencia a la baja en los contagios iniciada hace cuatro días y la estabilización en el número de muertes. Así, en 24 horas, el país contabilizó 3.491 nuevos casos (frente a los 3.612 del martes) y 683 fallecidos, experimentando una bajada respecto a lo vivido el día anterior. Además, en una sola jornada se dieron de alta a un total de 1.036 pacientes anteriormente infectados.

En cifras totales, Italia cuenta ya 7.503 fallecidos, 9.362 curados y 74.386 contagiados por covid-19 desde el inicio de la epidemia a principios de año.

La península debería alcanzar el pico de contagios antes del final de esta semana, según declaró ayer Ranieri Guerra, asistente del director general de la OMS, y las cifras presentadas por las autoridades en los últimos días parecen, por el momento, confirmar la previsión. Hace una semana, los contagios aumentaban un 15% por día, mientras que ahora lo hacen el 8,1%.

sin CANTAR VICTORIA aún / De acuerdo con un estudio del Centro Nacional de Investigaciones, 57 provincias sobre un total de 107 ya habrían alcanzado el número máximo de contagiados. Sin embargo, las autoridades siguen advirtiendo de que «es pronto» aún para dar la crisis por superada y que, una vez que lo esté, habrá que tomar medidas para «volver a la vida normal poco a poco», lo que según los expertos podría durar meses. Entre otras razones, porque cuando Italia esté llegando al final de túnel los países vecinos estarán todavía lejos. «Hemos emprendido el camino correcto, pero es peligroso cantar victoria, porque enfrente tenemos un enemigo que no conocemos», admite el inmunólogo Alberto Mantovani.

Mientras, desde China aterrizó ayer el tercer avión de ayuda, junto con personal sanitario. También llegó a Bérgamo (Lombardía) un primer avión de Rusia con material y 150 personas entre médicos y especialistas.

Las autoridades sanitarias y políticas apuntan ahora, además de a atender las emergencias, a descubrir a los contagiados «invisibles o sumergidos», como se les llama. Paola Pisano, ministra para la Innovación, consideró que el país cuenta con «dos o tres días para encontrar la mejor tecnología» para hacer aflorar los casos sumergidos. En concreto, Italia avanza hacia una fórmula como la de Corea de Sur, que controle los desplazamientos de los ciudadanos y que, en caso de un contagio, se pueda reconstruir la red de relaciones que la persona interesada haya mantenido.

Para tomar la decisión, Italia ha constituido un equipo, formado por expertos de la OMS, del Instituto Superior de Sanidad y del Ministerio de Sanidad. A ellos se ha unido también la Autoridad para la Protección de Datos. «No tenemos que perder la lucidez, porque lo que decidamos actualmente tendrá consecuencias mucho más allá de la pandemia», subrayó la ministra.