El Ministerio de Medio Ambiente de Japón ha elevado al nivel máximo la alerta por virus de la gripe aviar tras confirmar la presencia de la cepa altamente patógena H5N6 en unas aguas en el sur del archipiélago y el virus en varias aves muertas.

Es la primera vez desde 2014 que Tokio eleva la alerta a nivel 3, después de detectar esta cepa contagiosa en una charca en Izumi, en la prefectura de Kagoshima, situada en la isla meridional de Kyushu, ha confirmado a Efe un portavoz de Medio Ambiente.

El virus de la gripe aviar también se ha detectado en dos cisnes muertos del zoológico de Akita, en el norte de la isla principal de Honshu, que dieron positivo en un primer examen vírico, y que ha llevado al centro a sacrificar a 132 aves.

El zoológico encontró los cuerpos los días 15 y 17 de noviembre y envió los cadáveres a la Universidad de Hokkaido (situada en la isla septentrional homónima) para determinar si se trata de la misma cepa H5N6, detectada recientemente en Corea del Sur, donde han sacrificado a más de 60.000 aves.

La universidad japonesa se encuentra realizando pruebas a otro ejemplar de cisne salvaje hallado en muerto en la localidad de Nakashibetsu, en la misma Hokkaido, el pasado 7 de noviembre.

Asimismo, el Ministerio de Medio Ambiente confirmó la presencia del virus en heces de cerceta común en Tottori (oeste del país).

Las autoridades han establecido un radio de observación de 10 kilómetros alrededor de donde fueron hallados los restos infectados y ha enviado equipos especiales para estudiar las posibilidades de contagio y el origen del mismo en el país asiático.