Japón prohibirá la entrada de extranjeros que hayan pisado en las dos últimas semanas EEUU, China, Corea del Sur y buena parte de Europa. La medida trata de frenar los casos importados, en un contexto de repunte de las infecciones. En la práctica supone la prohibición casi absoluta de entrada a personas de otros países, medida ya adoptada la semana pasada por Pekín.