El obispo saliente de Mallorca, Javier Salinas, cuyo relevo anunció ayer la Santa Sede ocho meses después de publicarse una noticia sobre una presunta relación sentimental con su secretaria, ha pedido disculpas “si con algún defecto mío he ofendido a alguien o le he dado motivos de preocupación”.

El que fuera obispo de Tortosa hasta el 2012, en una carta dirigida a los fieles, tras el anuncio oficial de que el Papa ha aprobado su renuncia y ha sido nombrado obispo auxiliar de Valencia, ha agradecido el trato recibido desde que en noviembre de 2012 fue nombrado prelado de Mallorca.

“Os tengo que comunicar que el Santo Padre ha tenido a bien aceptar mi renuncia a esta querida Sede. Una decisión que he tomado libremente, después de haber orado al Señor y asistido por el consejo de personas de criterio humano y eclesial, mirando lo mejor para la Diócesis”, ha escrito el obispo Salinas.

También alude a su nuevo cargo, sobre el que señala que el Papa ha querido confiarle “benévolamente” un nuevo encargo pastoral como Obispo auxiliar de Valencia, que acepta “con sentimientos de filial obediencia y gratitud al Santo Padre”, y de “cordial reconocimiento” al cardenal Antonio Cañizares, “que quiere que sea su colaborador”.

Salinas siempre ha asegurado que las informaciones y la denuncia se debían a la reacción de un hombre que le culpa de su ruptura matrimonial y le atribuye un vínculo amoroso inexistente. H