La Policía Nacional ha confirmado que la joven que murió este sábado en Benicàssim tras colisionar contra un surtidor de gasolina el vehículo en el que viajaba junto a su expareja, también fallecido, fue introducida "a la fuerza" en el turismo. Este hecho refuerza la hipótesis de que el accidente pudiera ser un caso de violencia de género.

Fuentes de la investigación y del círculo cercano a la joven, de 20 años, apuntan que ella y su acompañante, residentes en Vila-real, habían sido pareja sentimental, pero que rompieron la relación en noviembre. En diciembre, un familiar de la chica denunció que el joven la había intentado atropellar.

Tras esta denuncia el juzgado de violencia sobre la mujer de Vila-real impuso al presunto agresor la prohibición de acercarse a la mujer a menos de 200 metros y de comunicarse con ella por cualquier vía. La joven contaba con medidas de protección por parte de una agente de la policía local.

Supuestas amenazas

La madre y la hermana de la joven han pedido este lunes "justicia" en el tanatorio donde velan el cuerpo de la joven fallecida y han ratificado que ésta había sido amenazada en varias ocasiones por su expareja."Le dijo que mataría a su familia", ha señalado su hermana.

Compañeras del almacén donde trabajaba la víctima han indicado que ésta les había confesado en más de una ocasión los "problemas" con su expareja y que tenía "miedo". Este extremo ha sido ratificado por amigas de la chica, quienes afirman que el hombre la maltrataba y tenía antecedentes por malos tratos hacia una pareja anterior. "También la perseguía, la amenazaba y la insultaba, como a ella -en alusión a su amiga fallecida-", señalan.