Una alianza y una cadena de oro, escondidos hace 70 años en el doble fondo de una taza de metal esmaltada por un prisionero del campo nazi de Auschwitz-Birkenau, han sido encontrados en el transcurso de los trabajos de mantenimiento.

El museo del campo de concentración ha informado de que lasjoyas se han encontrado en una gran taza de acero esmaltado, uno de los miles de utensilios de cocina expuestos en el museo. El portavoz del complejo cultural, Pawel Sawicki, ha asegurado que, a lo largo del tiempo, se han realizado distintos hallazgos pero este último es único por el método escogido por el preso judío para esconder sus pertenencias.

"No hemos examinado los miles de utensilios de cocina expuestos pero hemos encontrado estas joyas porque la degradación del fondo de la taza ha hecho que se separara por si sola", ha precisado el portavoz.

La cadena, envuelta en un trozo de tissu, estaba colocado al lado del anillo. La identificación del propietario de las joyas es imposible pero queda patente que el prisionero se creyó las mentiras de los alemanes cuando decían a los detenidos que portaran con ellos sus pertenencias de valor para poder iniciar una vida nueva. A la llegada a los campos de concentración, los objetos eran robados a sus propietarios antes de ser enviados a morir.

Del hallazgo de las joyas, según el portavoz del museo, no solo se desprende la conciencia del preso sobre la forma de actuar de los alemanes sino también de la esperanza de una posible supervivencia.