Juana Rivas, que sigue ilocalizable tras incumplir el pasado 26 de julio la orden de entregar a sus hijos al padre, Francesco Arcuri, no acudió ayer al Juzgado de Primera Instancia 3 de Granada para acordar posibles medidas de protección hacia los menores pedidas por su expareja.

A esta cita, fijada a las 10.00 horas y a puerta cerrada, sí acudió la abogada de la madre de Maracena (Granada), María Castillo, además del padre de los niños, acompañado este último de su letrado, Adolfo Alonso; todos ellos eludieron hacer declaraciones a la entrada al juzgado.

María Castillo reconoció a la salida del juzgado que su clienta está en una situación «legalmente complicada», puesto que está asumiendo muchos riesgos legales. En este sentido, manifestó que Rivas le pidió que trasladase a la opinión pública que «todo lo que está haciendo lo está haciendo por sus dos hijos» y que «como madre es la única que siente que a día de hoy debe proteger y seguir protegiendo a esos dos menores». Finalmente, sobre una posible negociación de custodia compartida, Castillo afirmó: «Lo que yo he hablado con el letrado de Arcuri se queda entre conversaciones de letrados y, por respeto a mi compañero, no voy a admitirlo ni a desmentirlo».

Una vez escuchadas las alegaciones de ambas partes, entre las que se incluyen la petición de medidas ya acordadas, la jueza resolverá en breve.