El exprofesor de gimnasia del colegio de los Maristas de Sants-Les Corts de Barcelona Joaquim Benítez seguirá el libertad. La Audiencia de Barcelona rechazó ayer su ingreso inmediato en la cárcel, a pesar de haber sido condenado a 21 años y nueve meses de prisión por abusar sexualmente de cuatro alumnos durante el 2006 y el 2009. El tribunal sostiene que no hay razones «objetivas» para acordar su encarcelamiento y recuerda que la sentencia todavía no es firme, pues cabe presentar recurso ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC). La defensa ha anunciado que lo hará. El plazo vence el lunes.

«Mientras Benítez se pasea por las calles, sus víctimas intentan recuperarse de sus atrocidades», lamentó Manuel Barbero, el padre de uno de los afectados e impulsor de las denuncias del caso Maristas. Los abogados de las víctimas recurrirán esta decisión.

Los magistrados decidieron mantener la libertad provisional para Benítez con las medidas cautelares dictadas por el juez instructor en febrero del 2016: comparecencias semanales, retirada de pasaporte, prohibición de salir de España y no realizar actividades con menores, así como cumplir una orden de alejamiento hacia los denunciantes.

El tribunal argumenta que las medidas vigentes «se han mostrado eficaces y no se aportan elementos actuales que modifiquen el pronóstico de riesgo».