La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte de «graves» fallos de seguridad en cuanto a la privacidad en dos juguetes conectados a internet, la muñeca Cayla y el robot i-Que, que se pueden comprar a través de la red y el primero de ellos también en jugueterías. OCU se basa en un estudio realizado por el Consejo de Consumidores Noruego (Forbrukerradet) que detecta «preocupantes fallos en torno a la seguridad y la privacidad de los menores a los que están dirigidos»,

Según esta organización, el estudio ha comprobado que con pasos simples, cualquiera puede tomar el control de los juguetes, que pueden hablar y grabar conversaciones, a través de un teléfono móvil.

Esto hace posible hablar y escuchar a través del juguete sin tener acceso físico al mismo. Además, se ha podido comprobar que cualquier cosa que el niño le diga a la muñeca se transfiere a la compañía estadounidense Nuance Communications, especializada en tecnologías de reconocimiento de voz, reservándose esta empresa el derecho de utilizar esta información con terceros y para una amplia variedad de propósitos.

También, señala OCU, se ha constatado que estos juguetes vienen con determinadas frases preprogramadas en las que se publicitan diferentes productos comerciales y películas de dibujos animados.

La organización de consumidores ha pedido a las autoridades españoles que investiguen los hechos denunciados y tomen aquellas medidas que sean necesarias para la salvaguarda de la seguridad y privacidad de los menores.