El catálogo de juguetes de estas Navidades viene cargado de mucho humor y propuestas gamberras y escatológicas, un nicho que parece despuntar especialmente este 2016 con actividades como las de La salchicha loca, el Plátano sorpresa o ¿Quién ha sido? Los fabricantes no se han olvidado del juego educativo y tecnológico, ni mucho menos, pero buscan desmarcarse en la estantería gracias a las risas y a la sorpresa de descubrir viejos juegos tuneados según el gusto de las nuevas generaciones.

Uno de los más deseados es La salchicha loca, que estimula la «destreza, la velocidad, los reflejos y la memoria» a base de obedecer sus órdenes.

¿Se acuerdan de Pen-Pineapple-Apple-Pen, el viral del boli pinchado en una manzana y una piña? Pues Selfie-pets integra a la perfección ese concepto: un muñecote en un palo de selfie.

El teléfono electrónico también es uno de los más demandados. Lo que hace unas décadas eran dos vasos de plástico conectados por un cordel que los niños se fabricaban llega en versión modernizada de la mano de IMC Toys, aunque el auricular del teléfono rojo sea de un modelo de los 60.

Diset lanzó las Navidades pasadas Ca-Ca-Cabeza. Este juego con el que todos los participantes acaban con una caca -como mínimo- por montera, va dirigido a niños a partir de los 6 años y sirve para entrenar la velocidad y la concentración de los pequeños.