Un juez de la Seu d’Urgell (Lleida) ha acordado la inmovilización de las cuentas donde ha ido a parar el dinero recaudado por Fernando Blanco, el padre de la pequeña Nadia Nerea, de 11 años, para el tratamiento de una rara enfermedad llamada tricotiodistrofia y que es de origen genético. El magistrado, que ha abierto una investigación para esclarecer el asunto, ha solicitado a los padres de la niña que le aporten toda la información médica respecto a la salud de la menor para que sea examinada por el forense.

El objetivo es acreditar la existencia de la enfermedad y la gestión del dinero aportado por los ciudadanos que tuvieron conocimiento de la situación de la niña a través de las campañas promovidas por el padre en varios medios de comunicación.

A pesar de que el caso de Nadia era conocido desde hace años, recobró actualidad la semana pasada cuando el diario El Mundo se hizo eco de que la familia necesitaba urgentemente 140.000 euros para operar a la niña en Houston y que el padre padecía un cáncer de páncreas. En cuatro días se recaudaron 153.000 euros. Después, otros medios de comunicación difundieron la historia.

Las dudas sobre la veracidad de la historia las recogieron el blog Mala Prensa y el diario Hipertextual, que desvelaron falsedades en el relato dado por los padres: desde el tratamiento al que debía ser sometida la menor, hasta el nombre de los especialistas.