Kate Royal (Londres, 1979) es una de las grandes damas británicas de ópera y de la interpretación del lied. Musa de grandes directores como Simon Rattle, Daniel Harding y Kirill Petrenko, debuta hoy en la 25ª edición de la Schubertiada de Vilabertran, donde mostrará la belleza de su voz lírica con un variado programa.

¿Tenía referencias de esta muestra? No conocía este festival hasta que me he informado al ser invitada. Las referencias que tengo hacen que espere con especial ilusión esta cita. Siempre me motiva conocer nuevas audiencias y más al poder explorar el increíble repertorio del lied alemán por primera vez en España.

En su programa, con el título de 'La prisión', presenta lieder de Schumann, Loewe y Fauré. ¿Por qué ha elegido este repertorio? En mi método de trabajo siempre busco un tema que se pueda desarrollar. Quería encontrar piezas para complementar los lieder del ciclo de María Estuardo de Schumann. Por ello empecé a pensar en los hechos más determinantes de su vida para así poder construir historias alrededor de sus canciones. ¡Hay tanta poesía gloriosa para elegir que no creo que nunca se me acaben las ideas!

¿Cómo enfocará el recital? En la primera parte interpretaré el 'Liederkreis, op. 39' de Schumann, una obra maestra en miniatura a partir de los poemas de Eichendorff. Son extraños por su forma de abordar el amor perdido, el abandono y la lejanía de tu tierra. La segunda parte gira en torno a María reina de Escocia, su encarcelamiento y los sentimientos que se viven en una situación así.

Un programa idóneo para un marco tan intimista como el de Vilabertran… Adoro la emoción que brinda la interpretación del lied confrontándola con la cercanía del público. Será maravilloso interpretar este repertorio junto a Malcom Martineau. Con él tengo una relación musical perfecta desde hace años. Me da libertad para interpretar las canciones a mi manera y está siempre dispuesto a probar cosas nuevas

Alterna los recitales con la ópera. ¿Cómo compagina estas disciplinas? Ambos géneros se retroalimentan y mi experiencia en la escena operística me permite dar profundidad al carácter de las canciones. La preparación del texto es algo que aprendí en los recitales de canto y que intento aplicar también en la ópera. Un sonido bello no es suficiente si no se llega al núcleo de la emoción para poder expresarla.

Es el escenario es muy seductora. ¿Cree que un buen físico al servicio del drama es tan importante como la voz? En los últimos 20 años los directores de teatro intentan que los cantantes se parezcan a los personajes que están interpretando y piden muchas locuras. En mi opinión, el papel prioritario debe ser para la música. Un buen director de orquesta entiende y respeta las claves del canto. Ante todo somos cantantes que trabajamos muy duro. Interpretar ópera es algo muy físico y hay que preservarlo para emitir correctamente los sonidos.

Pero la teatralidad es importante… Sí, pero el espacio que ocupamos es enorme, y dramáticamente no se puede ser demasiado sutil. Por eso cuando vemos ópera por la televisión todo parece desmesurado.

Viene de una familia de músicos y su marido es cantante. ¿Se imagina una vida fuera de la música? Necesitamos la música en nuestras vidas. Para mí es como una religión. Me ayuda a entender el mundo y a ver lo insignificantes que somos en la lógica actual. Conocer la belleza de una canción de Schumann y tratar durante años de entender su significado para interpretarla mejor lo es todo para mí. Y también reunirme con mi familia y ser testigo con ella del poder y la felicidad de este arte.

Ha trabajado con grandes directores. ¿Quién le ha influido más? Sin duda, Simon Rattle. Toca con los pies en el suelo y en el podio posee una magia que transmite a todos los que estamos a su alrededor. Colaborar con él es una experiencia descomunal.

¿Qué música escucha cuando está en casa? Desde el aparato de mi hijo suenan Stevie Wonder y Michael Jackson. Mi padre era cantante de pop y me familiarizó con este repertorio, pero a mí me encanta ir a conciertos sinfónicos y de piano. ¡Cualquier cosa que no tenga un cantante en el escenario!