Kiri Te Kanawa, la diva neozelandesa de la ópera, se retira oficialmente, según revela el canal de noticias de la BBC. De hecho, la soprano, de raíces maorís, dejó de actuar en público hace casi un año pero no lo había anunciado hasta el momento. "No quiero oír mi voz" ha dicho después de más de medio siglo de carrera. "Cuando estoy enseñando a jóvenes cantantes y escuchando voces jóvenes y hermosas me disgusta poner mi voz junto a las suyas".

Sin embargo, a la cantante, una de las sopranos más respetadas de la década de los 80 y una de las grandes intérpretes de Mozart y Richard Strauss, asegura que le ha costado mucho tiempo tomar esa decisión que solo se ha concretado en los últimos cinco años: "Tenía que madurar ese proceso en mi cabeza".

La que será ya su última actuación fue un concierto en Ballarat, cerca de la ciudad australiana de Melbourne, el pasado mes de octubre. "Me dije que aquello estaba bien, que no necesitaba seguir adelante y que era el final". Kiri Te Kanawa, nombrada Dame por la reina de Inglaterra, dijo que no se arrepentía de su decisión y que sus "recuerdos son preciosos".

La soprano es una de las más populares en su género, toda una rareza en una intérprete de repertorio operístico. De hecho fue uno de los nombres propios en la boda de Carlos de Inglaterra y Diana de Gales en 1983 cuando, ante 600 millones de personas interpretó el aria ‘Let the bright seraphim’ de Haendel. "Dos o tres meses antes me dijero que iba a cantar aquella canción", comentó después del festejo. "¿Puedes imaginar cómo puedes guardar ese secreto durante meses y meses, sin poder mencionarlo a nadie?". Quizá ahora el retiro musical permita a Kiri Te Kanawa cultivar con más asiduidad dos de sus aficiones favoritas, la caza y el golf.