Al entrar en la habitación es fácil fijarse en Manuel. Su moderno peinado rubio llama la atención dentro de la sala. A su alrededor, compañeros de la fundación RAIS le aseguran que el nuevo look le quita, como poco, veinte años de encima. A sus 59, afirma haber pasado por trances que nunca hubiera imaginado, pero el positivismo con que afronta los aspectos más duros de su vida es admirable.

Prácticamente de la noche a la mañana Manuel tuvo que abandonar la casa en la que vivía. Después de perder el trabajo y enfrentarse a la imposibilidad de encontrar uno nuevo, el pago del alquiler se escapaba de su bolsillo. Todo este proceso le sumió en una profunda depresión que solo fue el inicio de una larga lista de sucesos desafortunados.

En aquel momento, cuando ya lo daba todo por perdido, RAIS apareció para cambiar por completo su situación. Esta fundación trabaja por la reinserción social, acogen a quienes más lo necesitan en sus instalaciones y les proporcionan las herramientas para retomar el cauce de sus vidas: “Lo que te dicen desde el principio se va cumpliendo: uno va buscando objetivos, te van preparando”, cuenta Manuel. Además, continúa, “hay que tener claro que esto solo es un lugar de paso, no puedes acomodarte, la vida sigue”.

En este sentido, Manuel expone que en RAIS reside gente que carece de recursos económicos, ya sea de forma total o parcial: “Con ese dinero uno no tiene acceso a servicios odontológicos, está claro. Entonces, el que haya una colaboración entre entidades que ayudan a personas con pocos recursos me parece maravilloso”. Del mismo modo, pone el énfasis en la labor que lleva a cabo iDental, que invierte parte de sus beneficios en ayudar a otras personas, como un sistema piramidal “pero de los buenos”, especifica.

Asimismo, Manuel acarrea diversos problemas de salud bucodental derivados tanto de la falta de recursos económicos como de un problema de diabetes: “Esto me estaba suponiendo un serio problema a la hora de reintegrarme y encontrar un empleo”. Sin embargo, fruto de la colaboración entre RAIS e iDental, Asistencia Dental Social, Manuel recibió encantado la noticia de que la red de clínicas española iba a atenderle y costearle el total de los tratamientos que necesitaba. “Al igual que para el resto de mis compañeros, esto ha sido como una lotería para mí”, afirma.

Manuel nunca pensó que la vida le conduciría por estos caminos, pero gracias a su positivismo se centra en esta nueva oportunidad: “Voy a arreglarme la dentadura, que vale un dineral. ¡En la vida hubiera podido pagarlo!, ¿qué hay más positivo que eso?”, dice con una sonrisa.

Solo tiene palabras de agradecimiento para RAIS, que le ha ayudado en los momentos que más necesitaba, y también para iDental, por darle el empujoncito que necesitaba a la hora de encontrar trabajo y recuperar su seguridad. Reflexiona sobre la larga andadura que comenzó cuando tuvo que abandonar su hogar y concluye: “Me lo he tomado como una experiencia. Todos los pasos que he dado, desde que tuve que dejar el sitio en el que vivía, han sido experiencias”.