La implantación de la ley del tabaco en el 2011 y de las medidas sanitarias frente al tabaquismo han provocado un descenso significativo del número de adultos que consumen tabaco en la Comunitat Valenciana, que han pasado del 52,2% de la población en el 2001 al 29,1% en el 2014.

Así lo puso de manifiesto ayer el responsable del grupo de tabaquismo de la Sociedad Valenciana de Medicina de Familia (SVMF), Juan Antonio Ribera, en el informe del 2016 sobre los datos de consumo en la Comunitat, que indican además que actualmente unas 60.000 personas mueren al año en España a causa de esta adicción, 6.000 de ellas en la autonomía valenciana.

El informe alerta de un aumento claro de la incorporación de la mujer al consumo de tabaco en edades tempranas, entre los 16 y 24 años, “por lo que se prevé que en los próximos años se iguale el porcentaje o incluso pueda superar” al de los hombres.

La SVMF, coincidiendo con la celebración hoy del Día Mundial Sin Tabaco, advirtió además de que, tras la aprobación de la norma se ha desplazado la exposición al tabaquismo pasivo del ámbito público al privado, y señaló que el cigarrillo electrónico “no es un método científicamente probado para dejar de fumar” y puede ser “una puerta de entrada” al consumo entre los más jóvenes.

ENCUESTA // Durante abril y mayo de este año, la sociedad elaboró una encuesta en centros de salud, en la que han participado 697 ciudadanos valencianos, que evaluó la exposición al humo ambiental; el envasado genérico; la reglamentación del cigarrillo electrónico; el incremento de los precios e impuestos del tabaco, y la financiación del tratamiento.

De la encuesta se desprende que después de la promulgación de la ley que prohíbe el consumo de tabaco en lugares públicos se ha desplazado al ámbito privado la exposición al tabaquismo pasivo, una situación que advierten que “se debería regular”.

Respecto al cigarrillo electrónico, más del 79% de los encuestados cree que “no ayuda a dejar de fumar”, y el 73% que debería estar regulado igual que el tradicional, y según advierte la SVMF este producto “no está supervisado por ninguna agencia sanitaria”.

El 55% de los encuestados cree además que la existencia de tabaco ilícito (contrabando) favorece el consumo y casi el 60% considera que aumentar el precio del tabaco haría que las personas dejaran de fumar, debido a la creciente dificultad para asumir el elevado coste de las cajetillas.

Ribera señaló que aumentar un 10% el precio del tabaco hace que aumente en un 4% las personas que hacen un intento por dejar la adicción, y es la medida “más efectiva” para que los fumadores dejen este hábito; y la mayoría, un 63,7% opina que si los tratamientos farmacológicos estuvieran financiados, mas ciudadanos dejarían el tabaco. La SVMF abogó además por incrementar la formación de los profesionales sanitarios sobre cómo ayudar a los pacientes a dejar de fumar; incentivar a la Administración a que realice cambios legislativos, e incrementar la información sobre los riesgos de la exposición pasiva al humo del tabaco.

DATOS VALENCIANOS // Sobre los datos de consumo en la Comunitat Valenciana, un 29,1% de la población adulta consume tabaco (según datos del año 2014) de forma habitual (sobre todo hombres, de entre 25 y 44 años); el 49,2% consume menos de 10 cigarrillos al día; y un 41,3% se inició en este hábito entre los 16 y 18 años. Los autores de la encuesta, pues, hicieron un llamamiento a seguir trabajando para que el descenso tenga continuidad. H