El primer pleno ordinario de esta legislatura en el Congreso de los Diputados se celebrará hoy a lo grande. La Cámara baja tiene previsto admitir a trámite la que, posiblemente, será una de las leyes sociales más significativas de los próximos años: la que regulará la eutanasia, después de dos intentos fallidos anteriores. Ahora una amplia mayoría de los grupos políticos apoyan que España se convierta en el sexto país del mundo en permitir que aquellas personas con una «enfermedad grave e incurable» o «crónica e invalidante» y que tengan un «sufrimiento intolerable» puedan obtener ayuda para morir. Solo el PP y Vox --y algún grupo minoritario-- se oponen abiertamente a la ley.

El extenso apoyo político, que emana del consenso social existente, no significa que la ley tenga por delante un camino de rosas. La llamada ley de muerte digna que presentó Ciudadanos y que regulaba el derecho a recibir cuidados paliativos a aquellos enfermos a punto de morir --situación diferente a la que lleva a la eutanasia-- se demoró más de año y medio y no vio la luz por el adelanto electoral, aunque contaba con un respaldo unánime. Cs, de hecho, volvió a registrar ayer la norma, con las enmiendas negociadas y la esperanza de que en esta ocasión tenga vía libre.

También dicen mantener esa esperanza y el firme propósito de acelerar los trámites los partidos proeutanasia. «La ley va a salir sí o sí [...]. La gente no toleraría que diferencias de matiz la retrasara ni un minuto más», afirmó ayer mismo Pablo Iglesias.