La Policía Nacional ha liberado a una mujer nigeriana que había llegado a Europa con falsas promesas de trabajo, que se negaba a ser explotada sexualmente por quienes la engañaron y que iba a ser vendida por 8.000 euros a una proxeneta con el fin de doblegar su voluntad y conseguir que se prostituyera.

Según ha informado la policía, la liberación de la mujer forma parte de una operación contra la Trata de Seres Humanos que ha permitido desmantelar una organización de origen nigeriano y detener a siete de sus presuntos miembros en Lleida.

La investigación comenzó cuando la mujer nigeriana denunció que estaba siendo explotada sexualmente por compatriotas suyos, miembros de una organización asentada en Lleida y dedicada a la trata de seres humanos.

Los miembros de esa red captaban mujeres en Nigeria con falsas ofertas de un trabajo estable y bien remunerado en Europa, aprovechándose de las condiciones de necesidad y vulnerabilidad en las que vivían para, una vez en su lugar de destino, obligarlas a ejercer la prostitución.

DESDE ITALIA

La víctima fue introducida en Europa por vía aérea a través de Italia, desde donde fue trasladada a Francia y obligada por una mujer, también miembro de la organización, a ejercer la prostitución para saldar la deuda contraída con los proxenetas en su viaje.

Una vez en Francia y debido a la oposición de la víctima a ejercer la prostitución, la explotadora decidió su traslado a España donde, bajo la coacción de otros miembros de la red, pretendía doblegar su voluntad para conseguir que finalmente se prostituyese.

Las investigaciones llevaron a los agentes a averiguar que, antes de ser trasladada a España, el responsable de la organización estaba negociando la venta de la víctima a otra proxeneta, a la que solicitaba 8.000 euros por ella.

Los agentes localizaron a la joven en la estación de tren de Lleida a su llegada a nuestro país, antes de caer en manos de sus compradores.

De forma paralela, se localizó y arrestó a los máximos responsables del grupo, siete personas de origen nigeriano a las que se les imputan los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, pertenencia a organización criminal, agresión sexual, contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y relativos a la prostitución.

También se llevó a cabo un registro en un inmueble ubicado en la provincia de Lleida en el que fueron intervenidos soportes informáticos, teléfonos móviles y diversa documentación bancaria que está siendo analizada por expertos policiales.