Aparcar mal patinetes y bicicletas eléctricas, dificultando con ello el paso de peatones, está multado desde ayer con entre 60 y 300 euros en los barrios más turísticos y céntricos de Lisboa.

La iniciativa parte de la junta del distrito de Santa María Mayor, un órgano de Gobierno inferior al Ayuntamiento de la capital portuguesa que gestiona los barrios con más solera de la ciudad lusa. Así, la junta impondrá estas multas en caso de que patinetes y bicicletas supongan un «impedimento o peligro obvio» a la circulación de los peatones, fundamentalmente cuando se dejan en mitad de las avenidas o estrechas calles del centro.

La sanción irá dirigida a las empresas responsables de los vehículos y, además, el órgano cobrará otros 31,90 euros por cada patinete o bicicleta en concepto de «tasa de retirada, transporte y almacenaje» hasta 30 días.