Si usted tiene normalmente problemas para dormir, es muy posible que estos se incrementen en verano. Está médicamente demostrado que, durante el período estival, las dificultades para conciliar el sueño aumentan debido al calor. Y en el litoral, todavía mucho más.

«Tenemos que tener en cuenta dónde estamos. Las personas que viven en la costa, cerca del mar, pasan más calor durante la noche que durante el día. Es lo contrario de lo que ocurre en el interior, donde pueden haber temperaturas diurnas muy altas que, sin embargo, bajan al final del día», señala el doctor Miquel Àngel Félez, responsable de la Unidad del Sueño del Hospital del Mar, en Barcelona.

Así pues, según este experto, la gente del interior puede «dormir muy bien» durante la noche, porque las temperaturas llegan a bajar hasta los 12 grados centígrados. «Pero en la costa es difícil que se sitúen por debajo de los 18», argumenta.

Horarios retrasados

Con todo, las personas se «adaptan» a los nuevos horarios de verano. Como las temperaturas tardan en bajar, la gente retrasa sus horarios: cena más tarde y se va a dormir también más tarde, en busca de atmósferas más frescas. «Si hay vacaciones, no pasa nada. El problema lo tienen quienes continúan trabajando y tienen que levantarse por la mañana igual que en invierno», cuenta el médico. Insomnio durante la noche, cansancio durante el día.

El doctor Félez ofrece una serie de consejos para poder combatir el insomnio. «Los métodos más clásicos son una cena ligera, fría y no muy consistente. Si hace mucho calor, una ducha de agua tibia y no fría, pues esta contrae los vasos sanguíneos». Además, es conveniente que pasen, como mínimo, 90 minutos entre la cena y el momento de irse a dormir. Y existen, además, otros «métodos mecánicos», como el aire acondicionado o un ventilador.

Bajar las persianas

«Es importante mantener la habitación donde dormimos lo más fresca posible. Si da el sol en ella por las tardes, debemos bajar las persianas», explica. Si es posible, es mejor dormir en la planta baja o subterránea de la casa. Y utilizar pijamas ligeros pero absorbentes.

Los veranos son cada vez más calurosos y, aunque «la gente se ha ido adaptando», el incremento en la venta e instalación de aires acondicionados guarda relación con esta realidad. Aun así, este electrodoméstico es caro, ruidoso, gasta mucha energía y reseca las mucosas al bajar el grado de humedad.