Llegar hasta Julen antes del lunes es el reto que se han marcado los técnicos que participan en el rescate del niño de 2 años que cayó el pasado domingo a un pozo en Totalán (Málaga), pese a que el hallazgo de un macizo rocoso de pizarra en las excavaciones complica de nuevo los trabajos.

El responsable del operativo, Ángel García, delegado del Colegio de Ingenieros de Caminos de Málaga, precisó que, después del túnel vertical, el equipo de rescate minero desplazado desde Asturias deberá hacer una galería horizontal que conecte con el pozo, para lo que ya se preparan otros equipos. En condiciones «muy favorables», la ejecución del túnel vertical puede conllevar entre 12 y 15 horas según el tipo de terreno, aunque García advirtió de que resulta probable que se tope con roca, lo que ralentizaría el trabajo y obligaría a cambiar las cabezas de perforación.

La nueva perforadora --llegada desde unas obras en la carretera M-40 de Madrid-- tiene más longitud y permite que no se tenga que rebajar la montaña treinta metros, como inicialmente se había planteado. Un geolocalizador ha permitido determinar que el pozo donde cayó Julen tiene una desviación entre la boca y el fondo, lo que sirve para conseguir afinar los cálculos respecto de las actuaciones a acometer.

DOCE MÁQUINAS // En la zona trabajan hasta 12 máquinas como retroexcavadoras, entre las que están las de mayor potencia. García destacó que todas las tareas tienen «la misma prioridad».

Respecto a la posibilidad de que se registren lluvias hoy en la zona, Agustín Pierén, profesor de Sondeos de la Facultad de Geología de la Universidad Complutense de Madrid, señaló que no afectarían a la ejecución del pozo vertical, aunque sí al movimiento de maquinaria pesada fuera.

Por su parte, la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, ha transmitido a la familia de Julen la cercanía del Ejecutivo, consciente de los días tan difíciles que están pasando. Celaá afirmó que «son horas duras para la familia, amigos y vecinos de Totalán».