El aniversario de la primera huella humana sobre la superficie de la Luna está haciendo que estos días el mundo mire hacia el satélite con nostalgia. Medio siglo de la hazaña del 20 de julio de 1969, el futuro de la exploración espacial vuelve a fijar sus objetivos en el cuerpo celeste. Hasta la Luna y más allá. En los nuevos planes de conquista del universo prevén que el suelo lunar se convierta en la primera parada hacia destinos mucho más lejanos, como Marte. Y muchos no descartan que sea una mujer quien la lidere.

«La misión Apolo triunfó porque fue una gran historia de desafíos y héroes. Ahora, si queremos volver a la Luna, deberemos construir nuevas historias adaptadas a estos tiempos», reflexiona Eduardo García Llama, ingeniero en el Johnson Space Center de la NASA y autor de Apollo 11, un libro sobre la histórica misión. «Volveremos a la Luna, pero con un nuevo relato. Todo apunta a que será una astronauta la primera en volver a pisar el suelo lunar. No habrá misiones cada año, ni el objetivo será el mismo que entonces. Tenemos la tecnología necesaria, solo falta un objetivo que justifique la misión y nuevo incentivo que haga despegar a estos proyectos», concluye.

YA NO ES COSA DE DOS // Los proyectos para volver a la Luna destacan entre los grandes planes de agencias espaciales y empresas del sector. Ahora, a diferencia de lo que ocurría durante la guerra fría, ya no es una carrera de dos. Estados Unidos, Rusia, China, India y Europa planean volver al suelo lunar en esta década. Pero también lo anhelan empresas como Space X, Boeing y Airbus o iniciativas privadas como la israelí Beresheet. falta de concretar si la nueva carrera espacial seguirá siendo una competición o podría convertirse en un ejercicio de cooperación, el objetivo fijado para volver a la Luna es el año 2024.

Todo apunta a que el regreso a la Luna será tan solo la primera parada para seguir explorando el cosmos. El proyecto Moon to Mars plantea establecer una base permanente en el suelo lunar que sirva de punto de anclaje entre la Tierra y el resto del universo. La iniciativa serviría de pretexto para seguir desentrañando los misterios del satélite terrestre, probar nuevas tecnologías y abrir la puerta a una nueva economía lunar. También pretenden que esta base sirva de estación de servicio o gasolinera en la que repostar combustible de camino a Marte.

EXPLORAR EL COSMOS // La Luna se convertirá en protagonista indirecta de otro de los grandes proyectos de exploración espacial: el conocido como Portal del Espacio Profundo, la primera estación espacial que orbitará alrededor del satélite. Este ambicioso proyecto internacional servirá como punto inicial para testar las tecnologías terrestres de cara a futuros desafíos en la exploración del cosmos. Algunos de los nombres que más suenan en toda esta constelación de iniciativas son los proyectos Artemis y Orión.

Si hace 50 años pisar el suelo lunar era el objetivo, ahora se ha convertido en un trampolín para algo mucho más ambicioso: llegar a Marte. «El salto entre la Luna y el planeta rojo es descomunal, tanto en magnitud como en capacidad. Por eso tenemos que volver a conquistar el suelo lunar antes de atrevernos con el marciano. Necesitamos investigar cómo funcionan los sistemas de subsistencia, energía y alimentación en entornos relativamente cercanos antes de aventurarnos en Marte», argumenta García Llama, que defiende que nada será comparable con la emoción suscitada por la primera huella del ser humano en un cuerpo celeste diferente al que había nacido.