Apenas 24 horas después de la muerte de Terele Pávez, el cine español se ha ido a negro de nuevo por el fallecimiento ayer del rebelde Basilio Martín Patino, responsable de Queridísimos verdugos (1977) y otras cintas que hicieron del más rojo de los realizadores también el más censurado del franquismo. Cineasta, productor y guionista, al de Lumbrales (Salamanca) le sobrevino la muerte ayer en Madrid a los 86 años tras una carrera en la que, como señalan los expertos, se destacó como un «renovador» del lenguaje y de la técnica narrativa. efe