El delegado de Seguridad, Salud y Emergencias de Madrid, Javier Barbero, aseguró que el Ayuntamiento que lidera Manuela Carmena "denunciará y será contundente" con los 222 policías municipales que "se quedaron en su casa sin estar malos" durante las Fiestas del Orgullo.

Así lo anunció este martes, donde recalcó que este año la cifra de bajas ha sido muy elevada en comparación con las nueve que se produjeron durante la celebración del mismo evento en el año 2017.

Para Barbero, estas bajas respondieron a una medida de presión por la negociación del convenio colectivo de la Policía Municipal. "Es obvio que hay una base que es el conflicto y que alguno han inducido o planificado este tipo de bajas, porque eso no surge espontáneamente" y, normalmente, añadió, "estas cosas ocurren por razones políticas o sindicales".

El delegado de Seguridad criticó que "estaba por delante su reivindicación salarial que la seguridad de la ciudad" y se preguntó "qué nivel de ejemplaridad se aporta a la ciudadanía cuando esos mismos policías quieran exigir el cumplimiento de la ley y de las medidas de seguridad".

Por ello, indicó que desde asuntos internos se ha abierto una información reservada para esclarecer los hechos, además de plantear vías disciplinarias y penales contra esos agentes. Asimismo, aclaró que quiere mantener la negociación del convenio abierta pero matizó que también quiere saber si los sindicatos reprueban o no la actitud de estos policías.

La policía, contra el Consistorio

Por su parte, el responsable de la sección sindical del principal sindicato de la Policía Municipal de Madrid, CPPM, Marino Perales, afirmó que no les sorprende que Barbero cuestione "la profesionalidad y la honorabilidad" de los policías municipales de Madrid, porque "es lo habitual".

Respecto a si es una coincidencia que más de 200 agentes se encontrasen de baja, Perales reconoció que "no es coincidencia" y lo achacó a una "responsabilidad clarísima" del Ayuntamiento de Madrid.

"Nuestras bajas son achacables a la Corporación, que está vulnerando constantemente los derechos laborales de los policías, con suspensiones de libranza de un día para otro, con jornadas maratonianas al sol, sin relevos y sin agua, que está llevando al límite la salud de los compañeros, y esto al final pasa factura", aseveró.

Por último, respecto a la mesa de negociación entre Ayuntamiento y sindicatos policiales que se retoma este jueves, Perales comentó que entienden las declaraciones de Barbero "como una amenaza o medida de presión para que rebajemos nuestras expectativas". En este sentido, añadió que "está equivocado porque vamos a ser más firmes y exigentes en nuestras reivindicaciones". Por ello, aseguró que mantienen las movilizaciones previstas y que "aunque nos amenace, no vamos a rebajar un mínimo nuestras demandas en esta negociación".